miércoles, 26 de febrero de 2014

Tengo el asco amarrado a mis zapatos

no soporto mirar este ducto natural
tan contaminado de miedos y ratones
me desespera mirarte así
hecho un estropajo organizado
sufriendo de a pocos
encaramado a una simple convicción verdosa

ya no me dan ganas de seguir tecleando nada

este manuscrito sigue siendo un torpedo sin pólvora
un giro sordo al unísono
de mil caballos engañados por un libro
por una idea de cumbres menos marrones que praderas

garabatos sin sentido de una línea estética
de un puñado de granos de maíz
de un vaso de sangre mezclado con flema
de una grieta en el sistema conceptual de las vigas del museo
de dólmenes asimétricos y tumbas de aeropuertos del año dos mil quinientos
 razas entrecortadas
sin guerras ni erotismos
casi una cultura de bolsillo
de animales disparándose entre sí
matándose por la última edición de algún juego de video hiperrealista
y tantos otros insectos
o sapos aplastados con la mano oscura del inconsciente colectivo

no me gusta escribir con esta picazón en la laringe
pica y arde toda la argamasa

habiendo tolerado casi doscientos días de luces cálidas y torres de papel
ya no se que mas puedo hacer
ya lo intente todo
y mi sordera sé que es un pretexto a mi cojera
ya me quiero ir a dormir con sirenas fantasmales
quisiera que de un solo disparo desaparezca todo esto
todo este cuerpo
todo este numeral de células muertas
todo este brillo intestinal

sigo con el asco amarrado a mi zapatos
solo quiero avanzar a 300 kilómetros por hora
estos dos o tres días que me quedan por vivir

(Set2010)

No hay comentarios:

Publicar un comentario