me diste de beber
tristezas
te refugiaste en la
soledad
me peinaste muy
puntualmente todas las mañanas
en el lunar del alma
en la raya homogénea
de una ausencia lateral
el ruido agota
¿cómo llenar esto?
¿cómo odiarte?
¿cómo quererte?
me queda tanto por
abrir
por aceptar
in
ahora
me siento encarcelado
en mi propia casa
llorando
como un niño triste
como un lobo desolado
engañado por si mismo
pero muy feliz de haber vivido todo esto:
el amor galopante
entre las nubes
el trombón de un
latido cerca
un beso tuyo anclado a redes neuronales
en el fondo
solo pido una tregua
al destino
que me envía ángeles
antes de zarpar
todavía no me pongo
los zapatos
ni los pantalones en
el fuego
y a los dinosaurios
a manera de súplica
aun no me destruyan el lóbulo frontal
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