a veces me olvido que soy un árbol
a veces me olvido que la violencia habita en mí
y la luz también
a veces me olvido que respiro
que soy polvo de estrellas
y que todo puede ser una ilusión
a veces me olvido del sistema
pero lo encuentro en mi sangre
en mis sinapsis
a veces me olvido que soy un primate grande
y descuido mis ramas y pétalos
a veces me olvido que soy el río de Heraud
y moriría feliz entre nevados, pájaros y árboles
a veces me olvido que soy pulso
y que todo respira dentro de mis células
a veces me olvido de llorar
a veces caigo en el séptimo infierno
y toco el suelo resbaloso del vacío
a veces pierdo la raíz de la alegría
y toco el fondo del olvido
a veces pierdo los ensayos del verano
de alguna playa
y las olas chocando contra algún muelle olvidado
del norte del Perú
a veces muerdo sin presión el incesto
de no soñar
de no querer
a veces me olvido de tus trochas
de tus apus
de la fiesta de la vida
luego…
pasan los meses y las lunas llenas
y como un árbol joven
vuelvo a renacer en la nieve de lagunas
y espinas rojas del espíritu
vivir una vez más este juego mágico de chispas
como una baraja infinita
de agujeros de gusano en alguna galaxia
como una alpaca a 4500 msnm
pastando en tus laderas
todo es vida
todo es muerte
jugar este ajedrez contra la mente
es un hobby obligatorio
es un retiro inagotable
en el centro del alma
como una pintura avant-garde de la alegría del presente
de respirar y tocarnos en el corazón del universo
de renacer entre telas y madejas
entre brillos y registros
del espacio y tiempo milagroso
cuando sonreímos al sol
y todas
las figuras
del amor
se auto componen
al ritmo
de música
incolora
26 julio-2 agosto [Efe]